MUN-DOS
Libros, párrafos, oraciones, palabras, letras, escritores, escritoras; noches sin luna llena, días que se repiten una y otra vez; el tiempo agarrado en renglones y en un reloj que antes de la medianoche se detiene… Vivir entre hojas, en un mundo que creé para mí, un mundo que me hace verdaderamente feliz, en el que encuentro un refugio que me protege de este mundo cruel…
Aquella tarde abrí un libro que
desconocía, hablaba de muchas cosas ajenas a mi vida; leyéndolo empecé a saber
acerca de otro mundo; un mundo de motores, herramientas, música desconocida,
situaciones que no vivo a diario. Uno de los personajes había mirado la luna
llena después de tanto tiempo, le había parecido tan atractivo ese hombre, sus
labios, su sonrisa, su carisma; se había sentido cómoda en situaciones que la
ponían incómoda; había reído, había bailado bajo la lluvia al son de los
timbales, se había entregado a los placeres sexuales como hacía tiempo no lo
hacía…
Cuando estaba por terminar de
leer un párrafo se dio cuenta de que le estaba pasando algo parecido… Hacía
unas semanas que había visto la luna llena paseando en una moto a la que jamás
se había subido; el tiempo se había salido de los renglones, el reloj seguía
andando después de la medianoche; escuchaba música diferente a la que
acostumbraba y se estaba dejando llevar –sin agenda de por medio- por los
buenos momentos.
También se dio cuenta de que los
libros, su refugio, no habían podido con su miedo a la tormenta, aquella noche del
día uno, buscó refugio en otro mundo, en un mundo que la buscaba y la volvía a
llevar, en un lugar donde la alegría, las risas, la música en vivo; tocar, sentir
la suavidad y fragancia de la piel de él, de su cuello, su pelo todo batido y
gris, esos labios, esa lengua juguetona, los besos y la pasión empezaban a integrar
dos mun-dos que comenzaban a palpitar(se)…
“Todos los pasos que des
son necesarios para llegar
al lugar al que has decidido ir”.
©Star
Comentarios
Publicar un comentario