Entradas

Mostrando las entradas de enero 7, 2024

APLASTADA

  No puedo tragar, tengo una pared en la garganta, la sensación de que en cualquier momento esa pared se petrifica como una roca y detiene la respiración. A veces ni la saliva quiere pasar, es como si hubiera un monstruo dentro. Un ladrillo me aplasta el pecho, no me lo puedo quitar; las palabras se desordenan en mis pensamientos, la tristeza corre por mi sangre.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  Star

CARTA A QUIEN CORRESPONDA

  “A quien corresponda: Así como apareciste, desapareciste… Fue real, yo te vi, de eso no tengo dudas, de que te besé, nos besamos e hicimos el amor. Todo lo demás que pasó después no sé si fue un sueño o una realidad. Como un mago me mostraste que la magia está intacta… Después de mucho tiempo pude volver a ver los diferentes colores del cielo, abrazar a los árboles, encontrar el amor en la naturaleza, en una mariposa o en una vaquita de San Antonio. Gracias por haberme dejado soñar o ser parte de tu sueño de querer vivir, de querer encontrar un poco de luz en tanta oscuridad… Ahora ya no hay más remedio, volviste a la oscuridad, a esa calavera, a las flores para la tumba, a los soles apagados, a la intemperie, al frío de la muerte, a la humedad de ese ataúd… Y yo ahí no tengo cabida, porque soy luz, soy literatura”.                                                                                                                                                 Star

OSCURIDAD

Se apagó el sol, se escondieron las estrellas, se aquietó el agua, se secaron las flores, se durmió el hada, se escondió el mago. Las mariposas dejaron de volar, los panaderos de recorrer largas distancias; las nubes se quedaron sin forma, los cielos se volvieron de color gris. Las notas musicales dejaron de sonar, el viento trajo el silencio, el puente se cerró, las palabras se desvanecieron, la espero quedó vacía; los caminos se dividieron en miles. Se apagaron las luces, se quemaron las cartas, se borró el papel con los relatos; las lágrimas tibias corrieron la tinta; mi cuerpo perdió el calor, mi corazón quedó sin ilusión. Mi alma que fue la que más te sintió, siempre te querrá; mis ojos que te vieron una sola vez, te recordarán, y cuando se encienda el sol, aparezcan las estrellas, vuelva a agitarse el agua, revivan las flores, se despierte el hada y salga del escondite el mago, allí estaré, en forma de estrella, de mariposa o de lo que sea… para seguir siendo literatura…     

DEL MUNDO

De mis entrañas saliste y ahora del mundo sos. ¿Cuándo creciste tan rápido? Pareciera como que el tiempo se aceleró y en vez de tener seis años hubieras cumplido ocho. Tu cuerpo es grande, pesado, medís 1.25 cm, pesás 33 kg. Y tu voz es la de un niñito de cinco. Sos indefenso frente a este mundo tan cruel, inocente en los sueños, frágil en los sentimientos, vulnerable con tus emociones; creador de tus propias historias, protagonista de tu vida. A veces no sé ser tu mamá, no tengo idea de cómo hacer ciertas cosas; en vez te acaricio, te abrazo y te lleno de besos hasta que me decís “basta, mamá”. Creo que tu papá, a veces, tampoco sabe cómo hacer y te llena de cosquillas e inventa historias del chinito. “Hijo, sos del mundo, pero más sos de vos mismo; tenés un corazón que sabe elegir a quién amar, una mirada que refleja tu alma dorada y unas manos que pueden construir robots, rompecabezas; escribir historias y crear maravillosos dibujos. Te amo, hijo, y eso nunca nadie ni nada lo va a c

DOCE

  Y si hoy te vuelvo a ver sumará doce, podré mirarte a los ojos y a través de ellos encontrar la ventana; vi agua, atardeceres, el muelle, puentes, soles en el pasto, flores de todos colores, mariposas blancas, naranjas; árboles, caminos, un hada y un mago; estrellas y todas las fases de la luna. Doce mágicas cosas que pude ver, doce meses por delante, doce las uvas de cada deseo, doce el número que nos vio nacer y doce el número que podría encontrarnos en este día que suma doce.                                                                                                                     Star

FRÁGIL

Frágil idea la de quererte, amarte, dar mi vida por los dos. Frágil el sueño del anillo, las palabras de amor. Frágil tu abrazo, ese beso, tu convicción, tu lucha, tu quedarte. Frágil mi sueño de estar para siempre juntos. Frágil tu amor, más frágil mi amor; frágiles los dos que en vez de tomarnos de la mano ese día, salimos corriendo. Frágil tu mirada al no volver para mirarme. Frágil nuestro amor juntos y más frágil esta soledad.                                                                                        Star

SOLITARIA

Solitaria la tarde con la casa vacía. Solitaria la noche con una mesa sin mantel, platos ni copas. Solitario el momento en el que creí en el amor. Solitaria la frágil idea de creer que era amor. Solitaria la suerte, la vida, la espera, la quietud.   Y en el ayer quedaron los mun-dos distintos, los reflejos platea-dos, el tiempo detenido, mi cuerpo vibrando en el asfalto, en cada rincón de tu piel, en lo más profundo del agua en la que nos convertimos en literatura.                                                                                     Star

NAVIDAD OTRA VEZ

Navidad otra vez y no estás, ni vos ni aquel ni aquel otro ni mi abuela. A todos es como si se los hubiera llevado el viento, fueron desapareciendo así, sin más, todos sin despedirse, sin poder decir nada ni una sola palabra… Un nudo me aprieta la garganta, es como si estuviera acostada boca arriba con un ladrillo sobre el pecho. Frío y pesado, áspero al tacto, me molesta, es como si no pudiera quitármelo con las manos, no las puedo mover, parecen atadas a un lugar invisible. Un frío recorre mis brazos, quisiera volver a tenerte a mi lado, acariciarte, saber que estás, más no encuentro nada, solo un recuerdo que no se borra. En el silencio de esta tarde de Navidad grito tu nombre sin decirlo, quizá aparezca alguna señal, recuerdo que te fuiste, se fueron todos, sola quedé aprendiendo a hacerme amiga de la soledad…                                                                Star

POR FIN ME DEJAN

Todas estas lágrimas oprimidas, empujándose para salir, desesperadas, caóticas, sin rumbo. Me aplastan, aplanan, corroen, destruyen, ensordecen… Me dejan sin voz y sin vos. Escribo, pinto, leo, camino, corro… más nada parece tranquilizarlas. Se arremolinan como las hojas cuando el viento las apila, se empujan entre ellas, las siento en el pecho, golpean como preguntándome si sigo allí… Acá estoy y no sé qué hacer, mi voz no sale, se entrecorta, es como una voz a punto de morir, de desaparecer… Las lágrimas me siguen golpeando el pecho. Ahora lo hacen con más fuerza, pareciera que quieren salir. Cierro los ojos, recuerdo cuando nos conocimos, cuántas calles caminamos, cuántos besos y abrazos… y yo creyendo que me amabas. Suben por mi pecho, algunas están llegando a mi garganta, me ahorcan, me ahogan, hasta que empiezan a salir de mis ojos, como una cascada de agua. Se hacen charcos en los surcos de mis ojos, me limpian las mejillas, calman mi sed, se desalojan de mi pecho, h

ROMBOS. ÚLTIMA VERSIÓN

Una espera interminable, indefinida, inesperada, irreal, atemporal. Había visto posibles imágenes para la tapa, colores y tipografía; ya conocía el título del libro y algunas de las historias que allí había atesoradas; sabía cuántos cuentos iba a tener, el esfuerzo del autor, la búsqueda de la editorial… Creía que lo sabía todo, pero no, ni siquiera lo había visto en vivo y en directo, aún no lo había podido hojear, inspeccionar, leer ni oler… Hasta que una tarde de agosto apareció una posibilidad… Iba a poder tener los textos que conformaban el libro. Desconocía si impresos, anillados, colgados, enviados; solo estaba al tanto que eran los textos, no el libro impreso. Esa tarde de agosto comenzó a hacerse noche y en esa noche muchas luces iluminaron mi espera en ese bar. Unas manos me acercaron un paquete y recibí hojas impresas, blancas, con letras en negro, sueltas y juntas, ordenadas, dobladas de a pares, con olor a papel, no a libro, sin tapa ni contratapa ni lomo; era una impres