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Mostrando las entradas de junio 5, 2022

TODO Y NADA

  Tanto cielo, tantas estrellas, tantos atardeceres, tantas luces de colores, tantos reflejos plateados, tantas horas, tanto tiempo, tantos mundos distintos y distantes, tantos puentes, tantos arribos, tantas llegadas, tanta agua… Tantas historias, tantas palabras, tantos números, tanto todo y tanto nada. Mis ojos solo pudieron ver el agua, ni el cielo ni la tierra, solo el agua; en mi cuerpo vibró el asfalto, en mis labios, el néctar de tus labios. Mi alma se llenó de inspiración, mi mente de palabras… En mis venas se inyectó la tinta, en mi nariz, por siempre tu aroma, en mi piel, tu piel; en mi cuerpo penetró la nada. En mi corazón entró el amor. En mi alma, los recuerdos para siempre. En mi vida, la soledad. Gracias a vos y a vos que en este 2021 pudieron darme todo y darme nada…     “Todo lo que inspira también guía y protege”.                                                                                                    Star

DESENCANTO DE NO-DAS-AMOR

  Te había escrito un relato, luego otro. Estuve trabajando en ellos para regalártelos… Tenía ganas de verte, de caminar por el costado del dique, de conversar, de que me detuvieras y me agarraras de la cintura para darme un beso. Tenía ganas de verte... Tantas fotos, el atardecer, las flores en el césped, el calendario, los relojes, el muelle, el agua, los cielos, las nubes, ¿para qué? ¿Solo para decirme que tu prioridad es tu cuerpo? ¿Así es como se hace literatura en la pasión? Hacer literatura en la cama no creo ni quiero que sea así, imagino que puede serlo de otra manera, tal vez sea una manera que en algún momento aprenderé. Tal vez solo sea poder escribirlo, qué va. A veces las cosas más sencillas son las más verdaderas. Te había escrito acerca de las estrellas. Estuve durante la madrugada pensando en vos. Tenía ganas de enamorarme, podría haber sido posible, simple… Mi corazón ya no está más roto, ahora sabe lo que quiere. Tenía ganas de ir hasta tu muelle, de ver las mismas

DESPEDIDA

Fuiste una noche de luna llena vibrando por el pavimento, el “muso” de muchos relatos, un regreso breve al hogar, un recuerdo que nunca podré olvidar, un mundo diferente dentro de este mundo tan cruel; un puente que logré cruzar, reflejos oscuros que me iluminaron, sombras de luces que me oscurecieron. Fuiste un reflejo de muchos colores, un respiro en el encierro, mi imagen en el espejo. Fuiste las palabras de mi abuela, el recuerdo de mi padre, la combinación perfecta de la caja de mis tesoros. Fuiste el aroma a laurel, a limón, a río, a pavimento. Fuiste esos ojos, esos labios, esa cara, ese cuerpo, esa mirada, ese abrazo, y esa piel que siempre quedará en el adn de mi memoria…  

ENCONTRAR (TE)

Esta noche te encontré mirándome, tus ojos llenos de deseo y los míos llenos de ganas… Esta noche te encontré, una vez más, con tu piel sedienta de caricias, tus labios colmados de besos, tu cuerpo convertido en agua, tu pelo gris plateado, tu frente tibia. Esta noche te encontré dormido y te di todos los besos que no te había dado desde que te vi por primera vez. Sí, te besé, me gustaba que estuvieras dormido, que tus labios quietos recibieran a los míos; pensé que de alguna manera así iban a quedar hechizados por los míos; una idea loca, pero más loca hubiera sido si no te besaba, si yo también me dormía... Besé tus labios muchas veces, en silencio, luego la punta de tu nariz, volví a tus labios de miel… Cuando me desperté tenía mis labios apoyados en los tuyos…   Esta mañana al despertar volví a besarte, allí estabas dispuesto a recibirlos y a guardarlos en tu piel, en la memoria de mi piel… Al besarte encontré un pequeño lunar en tu cuello, unos pezones sensibles, las línea

MEZCLA-DOS

El sonido de la comida hirviendo, el aroma del laurel me trajeron esos recuerdos… de tiempos pasados en la cocina de la casa de mi abuela…               Y allí estábamos, una vez más, en el mismo momento y lugar. Aroma a laurel, a orégano… Tus besos en todo mi cuerpo, tus manos dándome, tu cuerpo vibrando, el mío renaciendo… Las luces de colores llegaban a cada poro de nuestra piel, iluminaban tus ojos, tu corazón. Los reflejos verdes como flechas se metieron en mi piel, me retuvieron, me apretaron, no me dejaron mover… Luego llegó el humo blanco que me dejó en una niebla lívida. De pronto apareció tu sonrisa, tu cuerpo moviéndose al son de los tambores, y fue en ese instante en el que sentí que ya no formaba parte ni de tu mundo ni del mío; ahora estaba en un mundo de luces psicodélicas que bailaban en armonía con la música, en un mundo donde se empezaban a mezclar el aroma a comida con el de los besos dulces, la piel salada. Las luces de colores llenaban todo, la música de los

ESTRELLAS

Luces color ocre y blanco se reflejan en el agua del dique. Parecen columnas que tiemblan en el agua, caminos que se cruzan, líneas que se mueven para todos lados. Parecen estrellas que brillan en la superficie del agua, en el cielo y en el aire, que aparecen y desaparecen con su luz… en líneas rectas, verticales o diagonales. Y allí están, detrás tuyo, en un arco dorado hecho de estrellas que iluminan tu noche, mi noche, nuestra noche. Al ritmo de su propia melodía se encienden y apagan, algunas con más intensidad que otras. Calmas, serenas; intermitentes, huidizas, en complicidad con las estrellas que brillan en el agua. De pronto, las del arco comienzan a cambiar de color, ahora también hay azules, amarillas, rojas, violetas, naranjas… Me acerco hasta vos, quiero que el arco nos ilumine los sueños. Una estrella naranja se enciende con más intensidad por sobre las demás cuando me aferrás por la cintura y nos ponemos frente a frente… Parece titilar, ¿se irá a apagar, a prender

DICIEMBRE

Te detuviste a mirar ese atardecer rosado. O solo bajaste del auto por un rato, tal vez querías disfrutar de la quietud del campo de esa tarde de diciembre, con las montañas de fondo… Tal vez querías saber qué te estaba pasando, qué le ibas a decir cuando la vieras… Sabías que ella iba a estar esperando, habías prometido que estarías en el muelle cuando saliera la primera estrella… Números que se suceden, unos tras otros, arremolinados en el viento cálido que trae el verano. Números que no saben lo que podrá pasar, inocentes de los días que están por venir. Números que sí saben lo que va a pasar, culpables de algunos recuerdos de ese calendario. Números que al sumarlos dan otros números, cada cual con un significado, una forma, un color. Números mezclados con letras que se si pudieran moldear algunos, también parecerían números… Números que nos marcaron, que nos dan cita, que nos llegan por sorpresa, que traen algún mensaje, que nos dicen todo o no nos dicen nada. En línea