ESTRELLAS
Luces color ocre y blanco se reflejan en el agua del dique. Parecen columnas que tiemblan en el agua, caminos que se cruzan, líneas que se mueven para todos lados.
Parecen
estrellas que brillan en la superficie del agua, en el cielo y en el aire, que
aparecen y desaparecen con su luz… en líneas rectas, verticales o diagonales.
Y allí
están, detrás tuyo, en un arco dorado hecho de estrellas que iluminan tu noche,
mi noche, nuestra noche. Al ritmo de su propia melodía se encienden y apagan,
algunas con más intensidad que otras. Calmas, serenas; intermitentes, huidizas,
en complicidad con las estrellas que brillan en el agua.
De pronto,
las del arco comienzan a cambiar de color, ahora también hay azules, amarillas,
rojas, violetas, naranjas…
Me acerco
hasta vos, quiero que el arco nos ilumine los sueños. Una estrella naranja se
enciende con más intensidad por sobre las demás cuando me aferrás por la
cintura y nos ponemos frente a frente… Parece titilar, ¿se irá a apagar, a
prender o volverá a como estaba antes?
Te acercás
un poco más a mí, me das un beso en la mejilla, muero de ganas de que me comas
la boca, estoy así desde que soñaste con mirar el mar, los globos de luz sobre
el agua, el café en el cuarto. Voy a confesarte que en ese momento sentí el
vértigo de levantarme de la silla e ir hacia vos a besarte los labios como si
me arrojara al vacío.
Te alejás un
poco de mí, me mirás, te volvés a acercar, nuestros cuerpos se rozan. Quisiera
que el tiempo se detuviera ahora mismo, no me animo a besarte, me muero de
ganas, quiero no solo que me beses sino que me saques toda la ropa y que
aprendamos a hacer literatura con nuestros cuerpos, ¿cómo se hace para llevar
las palabras, las imágenes, toda esta inspiración mental a cada parte de
nuestra piel?
No escucho
el murmullo del dique ni veo las estrellas en el agua, solo estoy en tu mirada,
dejándome llevar por tu sonrisa…, empezando a conocerla. Acaricio tu pelo plateado
y negro, miro tus labios finos… En ese estar de sonrisas brillantes me das un beso,
siento tus labios tibios en los míos, tu lengua puntiaguda penetra mis temores.
Queremos más
besos, más lengua, más huesos, más piel, más miradas, más todo. De pronto tu
reloj se detiene, y allí quedamos suspendidos en esta noche que seguirá llena
de estrellas hasta que las encuentre el amanecer…
Star
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